Insonorización integral de una nave industrial

Insonorización integral de una nave industrial

En iAcustik entendemos la importancia de un entorno de trabajo silencioso y conforme a la normativa. Insonorizar una nave industrial implica implementar diversas medidas para reducir la propagación del ruido, tanto dentro de la nave como hacia el exterior. En este post queremos compartir nuestra experiencia de primera mano insonorizando una nave industrial ruidosa, describiendo cómo abordamos cada desafío: maquinaria, grandes portones metálicos, techos de chapa, suelos rígidos y otros puntos críticos. Hablaremos de las soluciones acústicas aplicadas y de cómo las adaptamos a las condiciones específicas de la nave. Detallaremos los productos utilizados en cada caso – desde las puertas acústicas PRTS-62 de Iberoacústica hasta los amortiguadores y sistemas antivibratorios de SENOR, pasando por los paneles acústicos autoadhesivos de ChovACUSTIC. Veremos cómo combinamos materiales de absorción (para reducir ecos) con elementos de aislamiento pesado (para bloquear el ruido), ya que ambos son necesarios para un resultado óptimo.

El reto inicial: ruido excesivo en la nave

Nos contactó una empresa valenciana cuya nave industrial presentaba niveles de ruido muy elevados. La actividad en la nave (incluyendo maquinaria pesada, prensas y tránsito de vehículos internos) generaba ruidos que se propagaban por todo el recinto e incluso traspasaban al exterior. Los trabajadores sufrían el ruido constante, con el consiguiente riesgo para su salud y concentración. Además, existía preocupación por el cumplimiento de la normativa acústica y por las posibles molestias a otras naves cercanas.Insonorización integral de una nave industrial

Al visitar la instalación, identificamos las principales fuentes y vías de transmisión del ruido. Por un lado, varias máquinas vibraban intensamente, transmitiendo ruido estructural a través del suelo de hormigón. Por otro lado, las superficies de la nave (paredes de chapa metálica, techo sencillo y grandes portones) dejaban escapar el ruido aéreo con facilidad, al carecer de aislamiento suficiente. También notamos una reverberación interna notable: el sonido rebotaba en superficies duras creando eco, lo que amplificaba el nivel sonoro interno.

Con este diagnóstico, quedaba claro que debíamos abordar el problema de forma integral. Una lección clave en acústica industrial es tratar todos los puntos débiles: de nada sirve insonorizar bien una pared si el techo o las puertas quedan sin tratar, pues el sonido buscará la vía de menor resistencia para escaparse. Por tanto, nuestra estrategia fue global, combinando soluciones para las máquinas, las puertas, el techo, los suelos y las superficies interiores. A continuación describimos paso a paso cómo desarrollamos el proyecto y las soluciones adoptadas en cada elemento crítico.

Control de vibraciones en maquinaria y suelos

El primer frente de trabajo fue la maquinaria. Las máquinas pesadas (como prensas y compresores) eran una fuente importante de ruido, no solo aéreo sino estructural: sus vibraciones se propagaban por el suelo de hormigón, convirtiendo la estructura en un amplificador. Para mitigarlo, desacoplamos cada máquina de la estructura mediante soportes antivibratorios. Utilizamos silentblocks y amortiguadores acústicos de la marca SENOR, especialista en sistemas antivibratorios profesionales. En concreto, instalamos soportes de caucho y muelle bajo las bases de las máquinas, seleccionados según el peso y frecuencia de vibración de cada equipo. Estos amortiguadores (similares al modelo SENOR TS-80 para suelos técnicos) actúan como colchón: absorben las vibraciones de la máquina y evitan que se transmitan al suelo de la nave. Al desacoplar el equipo del pavimento, logramos que el ruido estructural prácticamente desaparezca en su origen.

Montamos las máquinas más ruidosas sobre elementos antivibratorios para evitar que transmitieran vibraciones al suelo estructural. En la imagen, un equipo industrial apoyado en muelles y silentblocks para desacoplarlo de la estructura.
Montamos las máquinas más ruidosas sobre elementos antivibratorios para evitar que transmitieran vibraciones al suelo estructural. En la imagen, un equipo industrial apoyado en muelles y silentblocks para desacoplarlo de la estructura.

Adicionalmente, implementamos un sistema de suelo flotante parcial en áreas específicas. En la zona de mayor impacto (por ejemplo, debajo de la prensa principal) creamos una pequeña plataforma flotante apoyada también sobre amortiguadores SENOR, de modo que ese fragmento de solera queda aislado del resto del forjado. En áreas de mucho tránsito de montacargas y carretillas, donde el rodamiento y los golpes generaban ruido, colocamos pavimento de goma de alto espesor. Este recubrimiento elástico sobre el suelo existente ayuda a amortiguar el ruido de rodadura y los impactos de objetos caídos. Con estas intervenciones en maquinaria y suelos, eliminamos las vibraciones estructurales como vía de propagación del ruido. El resultado fue evidente: el típico retumbo que antes se sentía en toda la nave al operar la maquinaria pesada desapareció casi por completo. Las máquinas quedaron “aisladas” sobre sus nuevos apoyos elásticos, funcionando de manera mucho más silenciosa y con menos desgaste (un beneficio adicional es que al absorber vibraciones también prolongamos la vida útil de los equipos al reducir esfuerzos mecánicos).

Instalación de puertas acústicas de alto rendimiento

Otro punto crítico eran las puertas y accesos de la nave. Originalmente, la nave contaba con una puerta metálica estándar que no ofrecía aislamiento sonoro – por sus rendijas y su hoja delgada, era prácticamente una rendija por la que se colaba el ruido. Para solucionarlo, optamos por instalar una puerta acústica de altas prestaciones. Escogimos el modelo PRTS-62 de Iberoacústica, una puerta especialmente diseñada para insonorización industrial. Esta puerta acústica, de 62 mm de espesor y con marco metálico, está rellena internamente de materiales fonoabsorbentes. Gracias a su construcción robusta y sellos perimetrales, ofrece un aislamiento de hasta Rw = 45 dB según ensayos de laboratorio. En la práctica, esto significa que reduce drásticamente el ruido que atraviesa este punto de acceso.

Instalar la PRTS-62 supuso reemplazar la antigua puerta por esta unidad mucho más hermética. Nuestro equipo colocó el nuevo marco y hoja, asegurándose de sellar correctamente todos los encuentros con la pared. La puerta incluye un cerco inferior (umbral) y doble junta de neopreno, garantizando que no queden huecos por donde pase el sonido. Tras la instalación, comprobamos la diferencia: con la puerta cerrada, el ruido que antes escapaba por esa entrada quedó prácticamente bloqueado. Esta mejora benefició tanto al interior (menos ruido entrando de fuera y menos interferencias) como al exterior (el ruido de la maquinaria ya no salía por la puerta). Además, la puerta acústica aporta comodidad operativa: aísla el sonido pero mantiene un acceso funcional, con apertura de pernios ajustables y acabado metálico resistente al uso industrial.

Es importante mencionar que no solo tratamos la puerta peatonal, sino todos los accesos de la nave. El gran portón metálico principal, por donde ingresan camiones y materiales, también representaba un gran “agujero” acústico.

Instalación de puertas acústicas de alto rendimiento

Si bien sustituirlo por completo no era viable, mejoramos su estanqueidad y amortiguación: aplicamos burletes especiales en su perímetro y añadimos paneles aislantes en su interior para incrementar su masa y capacidad de bloqueo sonoro. Como dice la teoría, un portón metálico sin mejorar puede arruinar la insonorización si se deja como punto débil, por lo que nos aseguramos de que ningún acceso quedara sin tratar. Tras estas mejoras, incluso con maquinaria funcionando a pleno rendimiento dentro, desde el exterior apenas se percibía ruido al estar las puertas cerradas, cumpliendo con creces los objetivos de aislamiento hacia el vecindario industrial.

Techo acústico suspendido y antivibratorio

El techo de la nave era otro frente de ataque fundamental. Originalmente, la cubierta consistía en paneles metálicos sencillos que dejaban pasar el ruido hacia afuera y resonaban con las vibraciones. Decidimos crear un techo acústico suspendido bajo la cubierta existente, para dotar de aislamiento y absorción adicional en esa superficie tan amplia. Para ello, construimos un falso techo a cierta distancia del techo original, montado sobre perfilería metálica. Clavamos placas de yeso laminado de alta densidad (tipo Pladur acústico) en la cara inferior de la perfilería, y rellenamos el espacio encima de este falso techo con un absorbente (paneles de lana de roca de alta densidad). De esta forma, logramos una especie de “doble techo” donde la capa inferior pesada bloquea el ruido y la cámara con lana de roca absorbe el sonido remanente.

Crucial en esta solución fue cómo sujetamos el falso techo: utilizamos suspensiones antivibratorias de la marca SENOR, en concreto modelos de amortiguadores tipo SENOR PL-50 diseñados para techos acústicos suspendidos. Estos dispositivos, conocidos también como silentblocks de techo, sirven para desacoplar el falso techo de la estructura del edificio, evitando que las vibraciones y ruidos estructurales se transmitan a través de los puntos de anclaje. Básicamente, cada varilla o anclaje que sostiene el nuevo techo lleva intercalado un amortiguador de goma-muelle SENOR, de modo que el techo flotante “cuelga” de la estructura sin contacto rígido directo. Gracias a esto, si alguna vibración llegase al techo original (por viento, lluvia o maquinaria), no se transfieren al techo interno, y viceversa.

Colocación de material absorbente (lana de roca) en la estructura del nuevo techo acústico.
Colocación de material absorbente (lana de roca) en la estructura del nuevo techo acústico. Este material se combina con las placas de yeso para lograr aislamiento (masa) y absorción acústica en la cubierta.

Con el techo suspendido completado, obtuvimos varias mejoras: Primero, aumentó notablemente el aislamiento hacia el exterior por la cubierta. El ruido aéreo interno (p.ej. motores funcionando) encuentra ahora una barrera doble (placa + lana + cubierta) antes de salir al exterior, resultando en una fuerte atenuación. Segundo, redujimos la reverberación interna en la nave, ya que la cara vista del falso techo es más absorbente que la chapa original (incluso optamos por placas de yeso microperforadas en algunas zonas para incrementar la absorción acústica directa hacia la nave). Tercero, al estar montado con amortiguadores, el falso techo no mete ruido estructural a la estructura ni viceversa – trabajando de forma complementaria con los soportes de maquinaria descritos antes.

Así pues, el nuevo techo acústico suspendido aportó aislamiento + absorción + desacople vibratorio a la nave. Tras su instalación, notamos que el eco general bajó y, midiendo en el exterior sobre la cubierta, el nivel de ruido que escapaba por allí se redujo a niveles prácticamente imperceptibles.

Acondicionamiento acústico de paredes y espacios interiores

Con las fuentes de ruido controladas y los cierres (puertas y techos) aislados, nos enfocamos en optimizar la acústica interior de la nave. Aunque el objetivo principal era el aislamiento, no queríamos descuidar el confort acústico interno: reducir los ecos y el ruido de fondo mejora la comunicación entre operarios y crea un ambiente de trabajo más agradable. Para ello, procedimos a acondicionar las paredes y otras superficies reflectantes dentro de la nave con materiales fonoabsorbentes.

Utilizamos paneles acústicos autoadhesivos ChovACUSTIC en puntos estratégicos. Estos paneles, de espuma de poliuretano autoextinguible, vienen en formato autoadhesivo que facilita su colocación directa sobre paredes o techos. La gama ChovACUSTIC DECO de Chova está diseñada específicamente para el control del eco y la reverberación en recintos. Colocamos paneles de tipo piramidal y liso en las superficies superiores de las paredes alrededor de las zonas de maquinaria, y también en el interior de algunas cabinas de control. Su instalación fue sencilla: basta con despegar el protector y adherirlos a la superficie limpia, lo que nos permitió cubrir rápidamente grandes áreas.

Estos paneles absorbentes funcionan atrapando las ondas sonoras en sus celdillas de espuma porosa, disipando la energía del ruido en forma de calor. Si bien por sí solos no bloquean el sonido de salir (porque la espuma en sí no añade masa), son excelentes reduciendo la intensidad del ruido dentro de la nave y eliminando las reflexiones sonoras molestas. De hecho, es importante recordar que la absorción acústica interna complementa al aislamiento, pero no lo reemplaza: las espumas reducen ecos y mejoran la acústica interior, pero no impiden que el sonido atraviese muros o techos delgados; para aislar hacen falta masa y estanqueidad (muros dobles, láminas pesadas, puertas selladas). Por eso nuestra solución combinó ambos enfoques. En esta etapa final, con los paneles ChovACUSTIC, nos centramos en el acondicionamiento interno: tras instalarlos, medimos una reducción significativa del tiempo de reverberación en la nave. El ruido ambiental bajó y se volvió más “seco”, lo que ayuda a que el ruido residual sea menos molesto y a que, por ejemplo, las alarmas sonoras o las voces se escuchen con mayor claridad sobre el fondo.Instalacion de paneles acusticos autoadhesivos industriales Valencia

Además de las paredes, atendimos otros elementos críticos: sellamos cualquier posible fuga de sonido restante. Aplicamos masilla acústica en juntas de fachada, alrededor de penetraciones de instalaciones y en contornos de ventanas. También instalamos silenciadores acústicos en las aperturas de ventilación de la nave, de forma que entre el aire necesario pero no el ruido. En caso de sistemas de extracción, añadimos revestimientos fonoabsorbentes en el interior de los conductos para que no actúen como “tubos” propagadores de sonido. En resumen, pusimos atención a todos los detalles para garantizar que no quedaran flancos débiles que comprometieran el aislamiento logrado.

Resultados obtenidos y conclusiones

Tras completar todas las intervenciones, procedimos a realizar una validación acústica del resultado. Los datos fueron contundentes: la nave industrial transformó su paisaje sonoro drásticamente. En el interior, los niveles de ruido bajaron a un rango seguro y confortable para los trabajadores. Mediante sonómetros comprobamos reducciones de hasta 15-20 dB en puntos críticos junto a maquinaria, gracias al encapsulamiento parcial y a los paneles absorbentes. El eco prácticamente desapareció: donde antes un golpe resonaba varios segundos, ahora el sonido se apagaba casi al instante. En el exterior, logramos cumplir holgadamente con los límites normativos: en la fachada de la nave el nivel de ruido cayó por debajo de 50 dBA durante la operación normal, asegurando cero molestias a terceros. Especial mención merece que las frecuencias bajas de las prensas, que solían sentirse como vibraciones a distancia, dejaron de ser un problema debido al aislamiento vibratorio implementado.

Al final, demostramos que insonorizar una nave industrial es posible con un enfoque integral y profesional. No existe un producto único y milagroso para estos casos; la clave está en seleccionar y combinar adecuadamente múltiples elementos según el problema identificado. En nuestro proyecto empleamos una variedad de soluciones: puertas acústicas, amortiguadores antivibratorios, techos flotantes, paneles absorbentes, sellados especiales… Esta combinación actuó como un traje a medida para el cliente, resolviendo cada punto crítico de forma coordinada. La satisfacción del cliente fue máxima al ver que su nave pasó de ser una fuente de ruido y preocupación, a un espacio controlado acústicamente, conforme a la ley y con mejores condiciones de trabajo.

Insonorización integral de una nave industrial

En iAcustik nos sentimos orgullosos del resultado alcanzado. Haber abordado este proyecto con éxito refuerza nuestra convicción de que cada problema de ruido tiene solución si se analiza rigurosamente y se aplican las técnicas adecuadas. Si tu empresa necesita insonorizar una nave industrial o un espacio con problemas similares, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de evaluar tu caso y ofrecerte una solución a medida con la misma profesionalidad y eficacia que describimos aquí. Contáctanos para que juntos logremos un entorno de trabajo más silencioso, seguro y productivo. ¡Te ayudaremos a obtener un resultado igual de satisfactorio!

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